El diseño es un proceso mediante el cual identificamos desafíos y oportunidades, propuestas y expresamos soluciones, visualizamos posibilidades y damos forma al mundo que nos rodea. El diseño tiene que estar basado en investigaciones rigurosas y en conocimientos sólidos, así como el modo de pensar estratégico. Por lo tanto el diseñador tiene que ser responsable de cada acción tomada y estar seguro que esa decisión es la correcta entre otros caminos a elegir.
Expongamos un ejemplo cotidiano que puede suceder: supongamos que se le encarga a un diseñador un proyecto de comunicación en un Shoping, qué pasaría si la gente se confundiera entre comidas rápidas y restaurant o quisiera ir al cine y se encuentra que estaba en el piso superior o en caso extremo la señorita ingresa al baño de hombres. No es que la gente se ha vuelto loca, sino que el diseñador encargado de tal proyecto cometió un error. La población está regida por normas y costumbres a las que el diseñador se debe amoldar a cada sociedad y a su cultura, por ende debe estar al tanto y conocer el mundo exterior en el que vive y reconocer tales costumbres para luego utilizarlas para un bien común.
El diseño se tiene que amoldar a las circunstancias que la sociedad en ese caso necesita, requiere que le brinde una cierta información para poder llegar a un objetivo concreto, el baño de damas.
Les cuento una pequeña historia que me sucedió: una vez tuvimos que tomar un subte en Bs As, viajaba con mi primo nacido y criado hasta el día de hoy en esa ciudad. Resulta que en un momento dado tuvimos que bajar, como el lugar y la línea que habíamos tomado mi primo no conocía nos perdimos ahí dentro por pasillos tras pasillos sin poder salir, estábamos solos por lo que no podíamos preguntarle a nadie, era algo raro esa situación, no de miedo pero extraña al fin; al final pudimos encontrar a un policía que nos indico de forma precisa dónde estaba la salida para seguir a nuestro destino. A lo que voy con esto, es que faltó un cartel con alguna indicación que muestre por dónde teníamos que ir, guiándonos y sentirnos acompañados con esas flechas para llegar. Si, la palabra exacta es acompañar, acompañar al que necesite esa información para seguir su rumbo sin problemas.
Ahora bien, un último ejemplo y no quiero ser tan denso con el tema, pera da para rato y varias líneas de textos más.
Supongamos que durante años viajamos de nuestro hogar al trabajo por la autopista “x”, viajamos durante años, doblando siempre en el mismo lugar, en la misma dirección, etc etc. En un cierto día se nos ocurre doblar e ir por otro rumbo, será que llegaremos a destino sin inconvenientes? Esa es la pregunta; yo creo que conductor no se sentirá muy cómodo, supongo va llegar a destino sano y salvo, pero tendrá que prestar mucha atención a los carteles y que esos carteles tengan una buena legibilidad y sea precisa. Y todo esto circulando sobre el lado donde se encuentran los carteles indicadores y a una velocidad que el conductor pueda leer, decodificar y reaccionar a tiempo para no pasarse en la curva donde tiene que doblar.
Hay que reconocer que en muchas situaciones los inconvenientes son resueltos exitosamente con las señaleticas proporcionadas por el diseñador, pero hay situaciones en determinados contextos y eventualidades en que la personas se siente perdida.
Yo no estoy dando una solución sino estoy exponiendo determinados problemas que pueden llegar a suceder en algunos ámbitos y cada problema deberá ser tratado individualmente.
Y cuando el dueño de un supermercado se entera de que la gente pregunta reiteradamente dónde está la sección de lácteos es porque hay un nuevo problema e resolver.
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